Plantas carnívoras asturias

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El Museo del Jurásico de Asturias (MUJA) está situado en la zona de la Rasa de San Telmo, cerca de la parroquia de Llastres, en el municipio de Colunga, Asturias, España. Aunque en un principio se propuso el municipio de Ribadesella, a finales de los años 90 se eligió Colunga para su construcción[2] Desde el museo se divisan varios lugares emblemáticos como el mar Cantábrico, la Sierra del Sueve y los Picos de Europa. Estratégicamente situado sobre un monte en la Rasa de San Temo, el museo se encuentra en plena Asturias Jurásica[3].

Las exposiciones y colecciones del museo abarcan 3.500 millones de años, y aunque hacen hincapié en las tres etapas del Mesozoico (Triásico, Jurásico y Cretácico), también se presenta información sobre los periodos precedentes y posteriores[4]. Los pasillos contienen más de 20 réplicas de dinosaurios; miden más de 12 metros de altura y su peso superaría las diez toneladas si las réplicas fueran reales. En las salas de exposición se exhibe una rica colección de huellas y fósiles hallados en el litoral jurásico asturiano procedentes de diez yacimientos paleontológicos, de la que se dice que es "la colección informativa y representativa de restos de dinosaurios más completa del mundo"[3].

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Publicado: 12 de diciembre de 2022¿Quieres hacer algo diferente en tus próximas vacaciones? ¿O quieres personalizar tu próximo viaje a España con un tema más natural? Los científicos acaban de demostrar que estar cerca del agua y verla mejora la salud mental de las personas. Hechos. ¿Mensaje? Lánzate a la aventura de encontrarte con el agua.Después de leer este artículo, tendrás una lista de siete lagos (incluyendo una presa y un embalse artificial) que te proporcionarán un fin de semana de paz interior.De nuevo, esta si la señal que estabas esperando. La ciudad no se mueve, pero la naturaleza sí puede cambiar.

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Lobos, cuervos, carroña y relaciones simbióticas

Pasé unos días en Asturias (España) haciendo senderismo por el hermoso Parque Natural de los Picos de Europa y visitando las impresionantes playas de los alrededores de Llanes. Tuve la oportunidad de ver cientos de Pinguicula durante todo el viaje. Se podían ver fácilmente a los lados de las carreteras de montaña y en muchos puntos húmedos del campo. Eran prácticamente omnipresentes a lo largo de algunos senderos sobre laderas orientadas al norte.

Pude ver muchas colonias de P. grandiflora en las montañas que rodean los lagos de Covadonga. Las plantas estaban especialmente presentes en las laderas orientadas al norte por debajo de los 1800 m aproximadamente. Por encima de esa altitud no pude ver ninguna P. grandiflora. A esta altitud, las plantas aún estaban en floración, mientras que a 1500 m aproximadamente ya había algunas vainas de semillas. En algunos puntos las plantas estaban totalmente cubiertas de hierba y sólo se veían las flores características.

También encontré espectaculares colonias de Pinguicula en el cañón del Cares, mientras caminaba por su conocida ruta. No había plantas en flor, por lo que no pude determinar su especie exacta. En estas zonas, P. grandiflora y P. vulgaris son comunes.

Los osos y las abejas: El mayor carnívoro de España en movimiento

ResumenEl Paleolítico Superior en Europa fue una época de grandes cambios climáticos que repercutieron en la supervivencia y distribución de las poblaciones humanas. Durante el Máximo Glacial Tardío (LGM), las penínsulas del sur de Europa fueron refugios para la flora, la fauna y los grupos humanos. Uno de estos refugios, la región cantábrica (norte de la España atlántica), estuvo intensamente ocupada durante todo el Paleolítico Superior. Caracterizar cómo se expresaron los eventos climáticos en los ambientes locales es crucial para entender la supervivencia humana y animal. La Cueva de La Riera (Asturias) posee una rica secuencia geocultural datada entre los 20,5 y los 6,5 años AP y representa un emplazamiento ideal para explorar este aspecto. El análisis de isótopos estables de ciervo rojo y cabra montés se utiliza junto con otros indicadores ambientales y climáticos para reconstruir las condiciones del Paleolítico Superior Tardío. Los resultados muestran que, durante el Paleolítico Superior, las cabras montesas adaptaron su nicho para sobrevivir y se convirtieron en una importante especie de presa para los humanos. Las diversas oportunidades ambientales ofrecidas en el alto relieve y en los alrededores costeros de La Riera pueden ayudar a explicar los altos niveles de población humana en la Región Cantábrica a lo largo del Paleolítico Superior Tardío. A pesar de las condiciones fluctuantes, los herbívoros y los humanos tuvieron la flexibilidad y la capacidad de adaptación necesarias, lo que demuestra la importancia de los refugios del sur de Europa para la supervivencia de diferentes especies.